jueves, 2 de agosto de 2018

Unidad 2_Actividad S4 Estudio


Estudio en Escarlata

Cuenta la historia del Dr. Watson y su compañero de piso Sherlock Holmes, el cual es un individuo con hábitos peculiares que resuelve un caso de asesinato que otros detectives dan por perdido y lo resuelve mediante pistas que los otros detectives nunca tomarían en cuenta. Una vez descritos los hábitos de Holmes por parte de Watson que los encuentra peculiares y extravagantes. Los métodos que Holmes usa son un poco ortodoxos y deducciones que no serían obvias para muchos, sin embargo, Gregson le envía una nota a Holmes solicitando su consejo sobre un reciente asesinato y, de ser posible, una visita al lugar donde se había hallado muerto a Enoch Drebber, procedente de Cleveland, Ohio, Estados Unidos.

Mientras los renombrados detectives de Scotland Yard están perdidos en el caso, sin llegar a descubrir el móvil del delito y la identidad de quien lo perpetró, Sherlock Holmes precisa tan solo tres días para resolver el enigma y capturar al criminal en su propia casa, justamente cuando Gregson y Lestrade se encuentran presentes. Holmes investiga los alrededores de la casa donde se encontró el cadáver, la escena del crimen, luego saca de su bolsillo una cinta de medir y una lupa. Con ese breve recorrido y los datos que derivan de sus observaciones, hallazgos y mediciones, Holmes determina que:

·         Se ha cometido un asesinato

·         El asesino es un hombre

·         Sus características es alto, joven de cara rubicunda, largas uñas y pies pequeños

·         Calza botas toscas de puntera cuadrada y fuma cigarros de Trichinopoly

·         Ese hombre arriba a la casa deshabitada con su víctima en un coche de alquiler

·         La muerte es producida por envenenamiento.

La investigación prosigue. Envía un telegrama, entrevista al oficial que descubrió el cuerpo, coloca un aviso en un periódico como señuelo para el probable asesino y encarga a pequeños vagabundos callejeros que encuentren a un cochero en particular.

Luego llega Gregson con su errada teoría y posteriormente Lestrade con la suya y con la noticia fresca de la muerte de su único sospechoso, Joseph Stangerson. Con este nuevo crimen, las coincidencias empiezan a ser significativas y ayudan en la resolución del enigma.

Pero esto sólo lo ve Holmes. Mientras los detectives de Scotland Yard no dejan de referir lo extraordinario del caso, Sherlock no para de demostrar su equivocación. "Constituye un error confundir la extrañeza con el misterio. El crimen más común es a menudo el más misterioso, dado que no presenta rasgos novedosos o especiales que sirvan para hacer deducciones. Esas peculiaridades, lejos de volver el caso más difícil, en realidad lo han simplificado", declara Holmes.

Es precisamente en base a esos detalles la palabra escrita con sangre, los trazos que la caracterizan, la ceniza hallada en el piso, el anillo que encuentran junto con el cadáver, las huellas a la entrada de la casa, el olor entre los labios de la víctima, las pastillas halladas junto al segundo cuerpo, etc. que el detective de Conan Doyle logra descifrar el misterio.

Así, frente a los desorientados oficiales, Sherlock Holmes atrapa al criminal: Jefferson Hope. Pero, ¿quién es este hombre? ¿Cuál es su relación con el occiso? ¿Por qué se producen las dos muertes? ¿Están relacionadas entre sí? ¿Cómo descubre Sherlock Holmes la verdad de este episodio tan particular?

Las muertes de un padre y una hija, sucedidas tiempo atrás, son las desencadenantes de estos crímenes. El asesino, Hope, decide ser "juez, jurado y verdugo" y castigar, de este modo, a los culpables.

Estudio en escarlata manifiesta en cada uno de sus pasos, frente a la sorpresa constante de Watson y a la clara inoperancia de Gregson y Lestrade, la supremacía de Holmes. Él afirma que la clave de su sistema reside en su capacidad de razonar hacia atrás, es decir analíticamente. Este aspecto recuerda al famoso detective de Poe, Dupin; a su vez, la utilización de la dupla Sherlock Holmes -Watson, también trae a la memoria a este personaje y a su compañero, que es quien refiere las historias.

Borges señala que Dupin es el arquetipo, el modelo, y que el tema de dos amigos diferentes entre sí envueltos en una investigación es un tópico que continúa Conan Doyle en sus relatos. El modo elegido de narrar esta historia apunta, precisamente, a alimentar la desorientación del lector y complicar el hallazgo de los vínculos posibles entre los diversos indicios de cada parte. Sin ningún eslabón faltante, sin ninguna falla, el pensamiento del detective logra realizar la proeza de resolver un crimen que, solo gracias a sus habilidades, resulta finalmente casi perfecto.